Ángeles Mastretta.

Editorial: Seix Barral.
Publicación: Noviembre 2019.

Llegué a Ángeles Mastretta después de haber leído Todos los días son nuestros. de Catalina Aguilar, su hija, quería descubrir de dónde venía tanto talento y encontré esta antología mientras revisaba la librería virtual (porque COVID).

Hay gente que se quiere a tiempo, a destiempo y todo el tiempo.

Creí que sería una opción perfecta para conocer lo mejor de Ángeles, pero confieso que en un principio me costó un poco de trabajo leerlo y seguir en el camino de estas frases y citas, porque nunca había leído algo así, casi siempre las frases o citas que me gustan de las novelas, yo soy el que las separa y deja marcadas en los libros.

Se burlaba del mundo, y entre las cosas importantes que le debo a la vida está el haberme cruzado con la prosa de su boca y la poesía de su corazón inalcanzable.

Es un buen libro para conocer la esencia de la escritora, y saber por donde van encaminadas las novelas que ella escribe. Por supuesto que después de esta antología tengo que leer sus novelas. Hubo varias citas que ame, y que quisiera saber de donde salieron y cual fue el contexto que hubo para ser creadas.

Me asusta más la muerte de los otros que la mía. Porque en la mía no voy a estar.

Habla de su gran pasión a la escritura, el amor y el temor que hay a la muerte, principalmente. Sólo hubo una cita que no me gustó y que siento un poco fuera de lugar. No quisiera compartirla, porque se que eso no define el total de la obra y tampoco quisiera que eso fuera un problema para adentrarte a esta antología.

La literatura ha puesto juntos más ladrillos, ha colgado del cielo más balcones y abierto sobre el agua más puertas y más puertos que la inalcanzable arquitectura.

4/5

Lo recomiendo si es que quieres conocer a Ángeles Mastretta antes de adentrarte a sus novelas concretamente, de verdad te dejará con ganas de saber de donde sale cada cita y cada frase. Estoy seguro que muy pronto estaré reseñando alguna de sus novelas.